Todo lo duro te hace más fuerte. O no.
Esta frase nos la han dicho a todos desde que nacimos. Pero muy pocos de nosotros lo ha reflexionado: ni la frase ni el acontecimiento duro. Y por lo tanto lo más seguro es que no hayamos aprendido nada.
Es verdad que de los errores se aprende: para ello hay que: hacer, ponerse a cierta distancia, analizar, escribir (para interiorizarlo) y buscar soluciones.
Si estamos hablando de un negocio más te vale hacerlo: pulir. Es la clave de un buen negocio. Hacer pulir. Hacer pulir.
En la vida real casi nunca lo hacemos: no analizamos lo que ha ocurrido que nos ha provocado dolor, y menos aún escribimos sobre ello y más lejos todavía queda el momento de buscar soluciones.
Yo lo hago. Escribo todas las mañanas: antes de que ocurra. ¿Por qué antes?:
Te lo cuento: Por que yo he aprendido todavía mas de los aciertos. (Si: al loro sicólogos).
Hubo una vez que me sentía mal. Mi vida no era ni de lejos lo que yo quería. Y me senté y pensé: ¿Cuándo he sido feliz y qué requisitos se cumplían? Hice una lista. Esta lista no se me ha ido jamás de la cabeza: se quedó grabada.
En mi lista estaba:
Descubrí que había sido inmensamente feliz cuando decidí salir a correr todos los días a las cinco y media de la mañana. (15 años). Se cumplían dos cosas que me siguen haciendo feliz:
- Ver madrugar, saber que todos están durmiendo y yo despierta me produce disfrutar de la soledad, pasajera. Seguro que por esto tan buena.
- Y hacer algo por mi propio bien en un espacio que he escogido para ello, en este caso era correr. Ahora es pintar o escribir y sigo corriendo. Es decir, tener el control sobre mi vida, que no sean las miles de circunstancias diarias las que la crean como un vaivén sin ton ni son.
Aunque no os lo creáis no recuerdo que hubiera más. Pero estas dos circunstancias siguen siendo los pilares de mi día a día: tener tiempo para mí misma, y nutrir mi existencia. No convertirme en una babosa, vamos.
Entonces: ¿Por qué escribo antes, de madrugada?
Porque quiero repasar todo lo que voy a hacer ese día y plantear los posibles problemas y poner soluciones antes de que ocurran. Así: hago desaparecer la ansiedad.
Y planeo mi día: me pongo espacio para mí misma: pase lo que pase.
Y empezar el día sabiendo que: ya he reflexionado para que salga mejor, y sabiendo que voy a tener mi rato es LO MEJOR DEL MUNDO MUNDIAL.
Y ahora empieza septiembre: en nuestra cabeza el comienzo del curso. Y yo te pregunto ¿Qué te ha hecho feliz en el pasado? Y ¿Qué puedes aprender de ello?.
Por que una cosa está clara: que te den muchos palos está bien para aprender: pero saber dónde ver la lucecita: mejor.
Me encantaría en este mundo de pantallas y mensajes que me respondieras. Pero si no lo haces también está bien.