En nuestro mundo (diseñadoras/es textiles) hay mucha confusión entre crear una obra o crear un diseño.
Somos profesionales del sector y por lo tanto tenemos que dar el mejor servicio/producto que podamos.
Los artistas tienen que crear un todo. Una obra, una escultura o una foto formando un todo. Y para ello se hacen cientos de bocetos y pruebas hasta llegar a ello.
Los diseñadores tienen que cumplir con el trabajo que se pide, en este caso un diseño para una superficie. Y para ello hay pasos de profesional del diseño:
Saltarse estos pasos no solo es peligroso ya que la mayoría de las veces crearás más ansiedad que cualquier otra cosa, sino que además no estarás dando lo mejor de ti. Ni estarás sacando lo mejor de ese diseño.
Primero bocetamos la idea y hacemos una composición de lugar de los motivos y de balance de los colores. Rápida, pero clave. Que los colores creen armonía en el diseño textil es casi lo más importante.
Hacemos un dibujo lo mejor que podamos del todo. Y digo lo mejor que podemos porque para la mente no es lo mismo “modo boceto” que “modo esto tiene que ser la leche”. En el segundo caso se suele llegar a una concentración mayor y por lo tanto a un mejor resultado.
Y este dibujo/diseño final no es con lo que vamos a trabajar. No.
Ahora: nos distanciamos del dibujo/diseño. (Algunas veces tenemos que meter un tiempo sin mirar en la ecuación). Y observamos el dibujo:
¿Qué puedo mejorar? ¿Qué motivos me gustan para el diseño final? ¿Y qué motivos cambio para que todo encaje? ¿Sobra algo, falta algo?
Y: vuelvo a pintar todos los motivos: pero esta vez separados y sabiendo lo que quiero de cada uno de ellos. Empiezo por el más pequeño o el que menos miedo me da, y sigo. (Es aconsejable no empezar por el más difícil porque la mano suele tardar en calentar). Y poco a poco voy teniendo todos los motivos separados y perfectos.
Y los vuelvo a juntar en el ordenador.
Porque los diseños tienen una finalidad que es funcional: van en un lugar y sirven para algo. Por lo tanto, la misión del diseñador/a es que cumpla con esos requisitos antes de ser bello.
Y por lo tanto debemos tener un método profesional. Unos pasos que seguir.
Somos creativos por que sabemos mirar y ser críticos y vemos lo que podemos mejorar y darle una vuelta y dos y tres, para que encaje perfectamente.
Creamos porque sabemos ver la magia. Ahora ésta, como todo, hay que pulirla.
Ahí fuera hay muchas oportunidades donde podemos marcar la diferencia con nuestros diseños. Vamos a hacerlo y vamos a hacerlo bien.
