MOOD BOARDS

La mayoría de las personas piensa que los moodboards son paneles donde colgamos fotos de cosas, paisajes, ropas bonitas en un tablero.

La mayoría de las veces los vemos como un resultado final: son bonitos o no. Nos atraen o no. (Hay gente que verdaderamente crea unos moodboards espectaculares. (Por nombrar algunos aquí tenéis a Coquita que publica en Tumblr a modo de mood ya que todas las fotos tienen que encajar unas con otras. Y de una forma más clásica The Pattern Curator))

Pero los moodboards (o paneles de trabajo/inspiración) nos pueden servir de algo más que el simple gusto estético. Y es para trabajar con ellos. Son una herramienta de trabajo: la pieza más simple desde donde vamos a empezar a armar una obra (estampado, acuarela, escultura etc.).

Y sabiendo que esta pieza es la primera de nuestro método de trabajo es también la pieza que debemos de variar cuando queramos salir de nuestra zona de confort. Salir de la zona de confort conlleva arriesgarse, buscar nuevos horizontes, no aburrirnos, no copiarnos a nosotros/as mismo/as y después de todo esto: no bloquearnos.

La zona de confort es aquello que nos da la base, nuestra forma de trabajar, y lo que al final se llamará estilo por que hablará de nuestra forma de solucionar. Pero no nos podemos quedar siempre ahí. Nos desgastamos y llega el día que nuestras propias formas ya no tienen sentido, se repiten.

Y aquí es donde entran los moodboards. Creamos estos tableros con las ideas o formas con las que queremos trabajar. Empezamos con nuestra base: Bonitas flores bonitos colores. Pero entonces añadimos un elemento nuevo, una palabra, un concepto, una forma o una técnica que no está dentro de nuestra zona de confort; sino todo lo contrario: nos obliga a esforzarnos para ver cómo adaptarla a nuestras viejas maneras. Y así nuestro trabajo crece, avanza. Una idea lo ha hecho avanzar hacia delante. Un nuevo elemento nos ha provocado a ver de nuevo nuestra forma de trabajar. A volver a esforzarnos.

Por ejemplo: Imagínate que estás acostumbrada a trabajar  siempre con la misma paleta de colores, pasteles cálidos: Bonitos rosas y corales. Pero tienes que evolucionar y seguir creciendo, así que decides meter un color distinto, además de toda tu paleta otro color 100% distinto: Un verde flúor.

Por supuesto intentarás que ese verde flúor encaje con tus tonos y sea de ese tono. Y empezarás a trabajar con el mood, tanto de inspiración como de trabajo. Pieza a pieza paso a paso. Y lo siguiente será que harás los primeros bocetos de las formas con estos colores y el nuevo flúor. Y trabajando y sabiendo lo que quieres (encajar el verde con los pasteles) llegarás a un resultado. Donde habrás crecido tú y tu trabajo.

No todas las ideas nuevas que adoptamos funcionan. Unas encajan bien con nuestra base otras no. Hay a quien utiliza siempre los mismo colores pero en cambio varían las formas (Las cerámicas de Talavera de la Reina suelen ser de los mismos colores, pero retratan distintas historias). Y otras veces son las mismas formas con distintos toques, colores, gráficos etc.

Pero para todo hay que trabajar, hay que tener un plan, una hoja de ruta y seguirla para no caer en la confusión.

Como veis los moodboards son mucho mas importantes que simples imágenes visuales estéticamente bonitas. Son el comienzo de una hoja de ruta donde yo puedo añadir y quitar.

Donde puedo arriesgarme y probar. Es la parte creativa de un trabajo que luego fluirá.

plantilla cuaderno
plantilla trabajo

En estos moodboards podéis ver reflejado el trabajo del que os hablo.

En el primero he armado un mood de inspiración donde además de mis típicos elementos (flores, manchas japonesas, flor grande, flor pequeña) he añadido el elemento provocador: el que me va a impulsar a replantearme cómo componer mis estampados: las cenefas folclóricas.

Quiero lograr unos estampados (varios) donde se unan los elementos más pictóricos como son las flores, con elementos mas planos, más gráficos como son las tiras, cenefas típicas de la estética folclórica (de casi todos los países).

En el segundo ya he decidido exactamente qué flor va: la wisteria, jacaranda japonesa, las florecilla pequeñas y una tira simple de decoración.

En el siguiente paso, voy a poner en práctica mis mood y empezar a dibujar.

Mil besos

Mil gracias